sábado, 25 de septiembre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
miércoles, 22 de septiembre de 2010
martes, 21 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
domingo, 12 de septiembre de 2010
La Leyenda del Roble
En un antigüo condado,
de estirpe u prosapia noble,
entre breñas olvidado,
hubo un pueblo cautivado,
por la leyenda del roble.
Afincado entre jarales
y torres mochas umbrias,
fenecianse los dias
entre los bastos nogales
de hojas secas y sombrias.
Y como nido de cuervos,
entre peñascos acervos
y derruidos torreones
se alzo un castillo protervo
de tres pares de cojones.
Era señor del castillo
de vida asaz, disoluta,
un gacho de horca y cuchillo,
mala leche, bruto y pillo,
un verdadero hijo puta.
Se llamaba Beremundo
de Atalante u Puntalaba
y era el cabron tan fecundo
que se encandilaba y daba
por el culo a todo el mundo.
Siempre andaba dando vueltas
tras una moza fornuda
de carnes firmes y prietas
y de exhuberantes tetas;
una gachi cojonuda.
Era su cuerpo sin faja
asombro de todo el mundo
y se hizo al ver su raja
el cachondo Beremundo,
en su honor, mas de una paja.
Cierto dia con su gente
marchó a los montes de Arnedo
encontrose en una fuente
con que la niña inocente
se estaba metiendo el dedo.
Al mirarla Beremundo,
quedose un instante fijo,
pero luego, en un segundo,
lanzo un grito tremebundo
enarbolando su pijo.
La arrastraron hasta el roble
la sujetaron los brazos
y habriendola los muslazos
Beremundo, el conde noble,
la sacudió tres polvazos.
Aquello fue la remonda,
la doncella, aunque cachonda
se resistio como un mulo
el conde dijo:"¡Otra ronda!"
y la atizó por el culo.
Gerineldo, el bello paje,
lloraba con el ultraje
viendo del conde aquel clavo
aunque de humilde linaje
era un niño al fin y al cabo.
Por ser guapo, lindo y fino
le llamaban "piompino",
claro está que lo comprendo,
era un marica tremendo
al pan pan y al vino vino.
Como tenia una vena,
aun viendo aquello con pena,
comprendio que algo faltaba
y por completar la escena
dio por culo a Puntalaba.
Y en verdad que le hizo daño,
pues al ver que un cuerpo extraño
le atravesaba la ropa,
exclamó:"si no me engaño,
me estan dando por la popa".
Mas juro por el Dios Baco,
dijo soltando un gran taco,
que me callo y disimulo,
a mi me daran por culo,
pero yo no se la saco.
Y ya cachondo y sin traba,
el noble que le agarraba
le metió el carajo entero
mientras al conde le echaban
pica-pica en el trasero.
Y a la doncella cautiva
dejaronla hecha una criba,
por abajo y por arriba
los hidalgos, y Atalante
por detr s y por delante.
La doncella quedó muerta,
no se sabe a ciencia cierta
que fue lo que la mató;
si la embriaguez de su dicha
o los tres metros de picha
que Atalante la metió...
Y ahora empieza la leyenda
por culpa de la jodienda
entre el conde y la fermosa,
procurar‚ que se entienda,
que tiene huevos la cosa.
Beremundo ya ha palmado
del castillo derrumbado
apenas queda el escudo.
Las gentes han olvidado
aquel lance cojonudo.
Pero una manceba astuta
cierta tarde declaró
que en el roble de la gruta
Beremundo apareció.
¡Si seria hijo de puta!
Acudieron los villanos
con faroles en la mano
venidos de aca y de alli
todos con chapas en el ano
y los cojones aqui.
Reunidos mas de ciento
fueron a verle al momento
escondidos sin decoro,
un chillido rasgó el viento,
no era Atalante, era un loro.
Mas de pronto por su ruta,
vieron al conde en la gruta
dirigiendose hacia el roble
si quereis hijo de puta
pero al fin y al cabo noble.
La polla a rastras traia,
tan gorda como aquel dia
el fantasmal Beremundo
lo que prueba que seguia
cachondo en el otro mundo.
Con un cabron semejante,
la Parca terminar pudo,
mas no amengüo un instante
la minina de Atalante
¡Era un tio cojonudo!
Gerinaldo, con su herida
figuraba ya sin vida
en el cortejo de gloria
con la vela encendida
y el culo por palmatoria.
Y marchando al lado suyo
el hijodalgo iba a pie
y mostraba con orgullo
un farol en el capullo
y en cada huevo un quinqué.
Orientose en su camino
por el olor a chumino
que salia de las frondas
y encontrose bajo un pino
doce mancebas cachondas.
Cachondas, os lo aseguro;
cachondas si, porque el nabo
que arrastraba Beremundo
aun siendo del otro mundo,
era un nabo al fin y al cabo.
Sin dejarlas reaccionar
el fantasma empezó a hablar:
-"Doncellas es mi desdicha
tener siempre que vagar
hasta que muerdan mi picha.
S‚ que os importa un cojón
esto que os hago saber,
mas como es mi salvacion
me la teneis que morder
por la gloria de Cotón".
Dijo esto con gesto fiero
y la diestra en la espada apoya
mientras su fiel escudero
le perfuma con esmero
la cabeza de la polla.
Una manceba asustada
se adelantó temblorosa
y a sus pies arrodillada
cogio entre sus manos la cosa
y comenzó la mamada...
La moza con desparpajo
en su tarea no ceja
y se la mama a destajo,
por fin, la muerde y le deja
descabezado el carajo.
Al ver su picha sangrante
al conde demostró asombro
mas luego, de buen talante
se la puso sobre el hombro
y se marchó tan campante.
Y asegura quien lo vió
que enseguida se esfumó
del arbol entre las vetas.
Seguro que se marchó
al infierno a hacer puñetas...
Y aqui acaba la leyenda
del conde don Beremundo
de Atalante y Puntalaba;
la conoce todo el mundo
y todo el mundo la alaba
Mas ser vana mi historia
si no queda en tu memoria
haciendo mi esfuerzo nulo.
Si aplaudis es mi victoria,
si no, que os den por el culo...
de estirpe u prosapia noble,
entre breñas olvidado,
hubo un pueblo cautivado,
por la leyenda del roble.
Afincado entre jarales
y torres mochas umbrias,
fenecianse los dias
entre los bastos nogales
de hojas secas y sombrias.
Y como nido de cuervos,
entre peñascos acervos
y derruidos torreones
se alzo un castillo protervo
de tres pares de cojones.
Era señor del castillo
de vida asaz, disoluta,
un gacho de horca y cuchillo,
mala leche, bruto y pillo,
un verdadero hijo puta.
Se llamaba Beremundo
de Atalante u Puntalaba
y era el cabron tan fecundo
que se encandilaba y daba
por el culo a todo el mundo.
Siempre andaba dando vueltas
tras una moza fornuda
de carnes firmes y prietas
y de exhuberantes tetas;
una gachi cojonuda.
Era su cuerpo sin faja
asombro de todo el mundo
y se hizo al ver su raja
el cachondo Beremundo,
en su honor, mas de una paja.
Cierto dia con su gente
marchó a los montes de Arnedo
encontrose en una fuente
con que la niña inocente
se estaba metiendo el dedo.
Al mirarla Beremundo,
quedose un instante fijo,
pero luego, en un segundo,
lanzo un grito tremebundo
enarbolando su pijo.
La arrastraron hasta el roble
la sujetaron los brazos
y habriendola los muslazos
Beremundo, el conde noble,
la sacudió tres polvazos.
Aquello fue la remonda,
la doncella, aunque cachonda
se resistio como un mulo
el conde dijo:"¡Otra ronda!"
y la atizó por el culo.
Gerineldo, el bello paje,
lloraba con el ultraje
viendo del conde aquel clavo
aunque de humilde linaje
era un niño al fin y al cabo.
Por ser guapo, lindo y fino
le llamaban "piompino",
claro está que lo comprendo,
era un marica tremendo
al pan pan y al vino vino.
Como tenia una vena,
aun viendo aquello con pena,
comprendio que algo faltaba
y por completar la escena
dio por culo a Puntalaba.
Y en verdad que le hizo daño,
pues al ver que un cuerpo extraño
le atravesaba la ropa,
exclamó:"si no me engaño,
me estan dando por la popa".
Mas juro por el Dios Baco,
dijo soltando un gran taco,
que me callo y disimulo,
a mi me daran por culo,
pero yo no se la saco.
Y ya cachondo y sin traba,
el noble que le agarraba
le metió el carajo entero
mientras al conde le echaban
pica-pica en el trasero.
Y a la doncella cautiva
dejaronla hecha una criba,
por abajo y por arriba
los hidalgos, y Atalante
por detr s y por delante.
La doncella quedó muerta,
no se sabe a ciencia cierta
que fue lo que la mató;
si la embriaguez de su dicha
o los tres metros de picha
que Atalante la metió...
Y ahora empieza la leyenda
por culpa de la jodienda
entre el conde y la fermosa,
procurar‚ que se entienda,
que tiene huevos la cosa.
Beremundo ya ha palmado
del castillo derrumbado
apenas queda el escudo.
Las gentes han olvidado
aquel lance cojonudo.
Pero una manceba astuta
cierta tarde declaró
que en el roble de la gruta
Beremundo apareció.
¡Si seria hijo de puta!
Acudieron los villanos
con faroles en la mano
venidos de aca y de alli
todos con chapas en el ano
y los cojones aqui.
Reunidos mas de ciento
fueron a verle al momento
escondidos sin decoro,
un chillido rasgó el viento,
no era Atalante, era un loro.
Mas de pronto por su ruta,
vieron al conde en la gruta
dirigiendose hacia el roble
si quereis hijo de puta
pero al fin y al cabo noble.
La polla a rastras traia,
tan gorda como aquel dia
el fantasmal Beremundo
lo que prueba que seguia
cachondo en el otro mundo.
Con un cabron semejante,
la Parca terminar pudo,
mas no amengüo un instante
la minina de Atalante
¡Era un tio cojonudo!
Gerinaldo, con su herida
figuraba ya sin vida
en el cortejo de gloria
con la vela encendida
y el culo por palmatoria.
Y marchando al lado suyo
el hijodalgo iba a pie
y mostraba con orgullo
un farol en el capullo
y en cada huevo un quinqué.
Orientose en su camino
por el olor a chumino
que salia de las frondas
y encontrose bajo un pino
doce mancebas cachondas.
Cachondas, os lo aseguro;
cachondas si, porque el nabo
que arrastraba Beremundo
aun siendo del otro mundo,
era un nabo al fin y al cabo.
Sin dejarlas reaccionar
el fantasma empezó a hablar:
-"Doncellas es mi desdicha
tener siempre que vagar
hasta que muerdan mi picha.
S‚ que os importa un cojón
esto que os hago saber,
mas como es mi salvacion
me la teneis que morder
por la gloria de Cotón".
Dijo esto con gesto fiero
y la diestra en la espada apoya
mientras su fiel escudero
le perfuma con esmero
la cabeza de la polla.
Una manceba asustada
se adelantó temblorosa
y a sus pies arrodillada
cogio entre sus manos la cosa
y comenzó la mamada...
La moza con desparpajo
en su tarea no ceja
y se la mama a destajo,
por fin, la muerde y le deja
descabezado el carajo.
Al ver su picha sangrante
al conde demostró asombro
mas luego, de buen talante
se la puso sobre el hombro
y se marchó tan campante.
Y asegura quien lo vió
que enseguida se esfumó
del arbol entre las vetas.
Seguro que se marchó
al infierno a hacer puñetas...
Y aqui acaba la leyenda
del conde don Beremundo
de Atalante y Puntalaba;
la conoce todo el mundo
y todo el mundo la alaba
Mas ser vana mi historia
si no queda en tu memoria
haciendo mi esfuerzo nulo.
Si aplaudis es mi victoria,
si no, que os den por el culo...
Estamos todos, estamos. Cuan caballeros cumplimos.
--¿ Estamos todos?
+ Estamos.
- ¿Cual caballeros?
+ Cumplimos.
- Y ¿A las mujeres?.
+ Amamos.
- Pero ¿ante todo?
+ Bebamos, bebamos, bebamos.
- Bebió nuestro padre Adán.
+ Bebió.
- Bebió nuestra madre Eva.
+ Nada buena era.
- ¿El que bebe?
+ Se emborracha.
- ¿El que se emborracha?.
+ Duerme.
- ¿El que duerme?.
+ Sueña.
- ¿El que sueña?.
+ No peca.
- ¿El que no peca?.
+ Va al cielo.
- Y puesto que al cielo vamos.
+ Bebamos, Bebamos, Bebamos.
- ¡Ah, líquido infernal!
+ Que te criaste entre verdes matas.
- ¿Y hasta al hombre más cabal?
+ Le haces andar a gatas.
- Por ellas.
+ Por las más bellas.
- Por las de culo ancho.
+ Por las de cuello estrecho.
- Por las que ofrecen sus labios desinteresadamente.
+ Aunque estén llenas de telarañas.
- ¿Por las mujeres?
+ No. Por las botellas.
- ¿Vino Dios al mundo?
+ Vino.
- Y ¿para quien vino?.
+ Para todos, vino.
- Y ¿Cómo vino?
+ En bota.
- Y la mujer.
+ En viva pelota.
- Si Dios borrachos nos tiene
+ Será porque nos conviene.
- Antes que no nos conocíamos.
+ Bebíamos.
- Y ahora que nos conocemos.
+ Bebemos.
* Pues bebamos, bebamos, bebamos hasta que no nos conozcamos.
-Cuando Dios llamó a Gabino. No dijo Gabino ven.
+ Sino venga vino.
-* Arriba, abajo, al centro y a dentro.
+ Estamos.
- ¿Cual caballeros?
+ Cumplimos.
- Y ¿A las mujeres?.
+ Amamos.
- Pero ¿ante todo?
+ Bebamos, bebamos, bebamos.
- Bebió nuestro padre Adán.
+ Bebió.
- Bebió nuestra madre Eva.
+ Nada buena era.
- ¿El que bebe?
+ Se emborracha.
- ¿El que se emborracha?.
+ Duerme.
- ¿El que duerme?.
+ Sueña.
- ¿El que sueña?.
+ No peca.
- ¿El que no peca?.
+ Va al cielo.
- Y puesto que al cielo vamos.
+ Bebamos, Bebamos, Bebamos.
- ¡Ah, líquido infernal!
+ Que te criaste entre verdes matas.
- ¿Y hasta al hombre más cabal?
+ Le haces andar a gatas.
- Por ellas.
+ Por las más bellas.
- Por las de culo ancho.
+ Por las de cuello estrecho.
- Por las que ofrecen sus labios desinteresadamente.
+ Aunque estén llenas de telarañas.
- ¿Por las mujeres?
+ No. Por las botellas.
- ¿Vino Dios al mundo?
+ Vino.
- Y ¿para quien vino?.
+ Para todos, vino.
- Y ¿Cómo vino?
+ En bota.
- Y la mujer.
+ En viva pelota.
- Si Dios borrachos nos tiene
+ Será porque nos conviene.
- Antes que no nos conocíamos.
+ Bebíamos.
- Y ahora que nos conocemos.
+ Bebemos.
* Pues bebamos, bebamos, bebamos hasta que no nos conozcamos.
-Cuando Dios llamó a Gabino. No dijo Gabino ven.
+ Sino venga vino.
-* Arriba, abajo, al centro y a dentro.
sábado, 11 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
Mis poesis favoritas - Rosalia de Castro - Airiños airiños aires
AIRIÑOS, AIRIÑOS, AIRES
Airiños,airiños, aires,
Airiños da miña terra,
Airiños,airiños, aires,
Airiños levaime á ela.
sin ela vivir non podo,
Non podo vivir contenta,
Que á donde queira que vaia
Cróbeme unha sombra espesa.
Cróbeme unha espesa nube
Tan preñada de tormentas,
Tan de soidás preñada
Que a miña vida envenena.
Lervaime, levaime, airiños,
Como unha folliña seca,
Que seca tamén me puxo
A calentura que queima.
¡Ay! si non me levas pronto.
Airiños da miña terra,
Si non me levas, airiños,
Quisais xa non me conesan.
que á frebe que de min come
Vaime consumindo lenta,
E no meu corazonciño
Tamén traidora se ceiba
Fun outro tempo encarnada
Com´á color da sireixa,
son oxe descolorida
Como os cirios das egrexas,
Cal si unha meiga chuchona
A miña sangue bebera.
Voume quedando mouchiña
Como unha rosa que inverna.
Voume sin forzas quedando,
Voume quedando morena,
Cal unha mouriña moura,
illa de moura ralea.
Levaime, levaime, airiños,
Levaime a donde espera
Unha nai, que por min chora,
Un pai que sin min n´alenta,
Un hirman por quen daría
A sangue das miñas venas,
E un amoriño, á quen alma
e vida prometera.
Si pronto non me levades
¡Ay! morrerei de tristeza,
Soia, n´uha terra estraña
Dond´estraña me alomean,
Donde todo canto, miro,
Todo me diz ¡Estranxeira!
¡Ay! miña probe casiña!
¡Ay! miña vaca bermella.
Años que valás nos montes
Pombas qu´arrulás nas eiras,
Mozas que atruxás bailando
Redobre das castañetas,
Xas-corrás-chás das cunchiñas
Ruxe, ruxe das pandeiras.
Tambor do tamborileiro,
Gaitiña, gaita galega,
Xa non me alegras dicindo :
¡Muiñeira! ¡muiñeira!
¡Ay! quen fora paxariño
De leves añas lixeiras
¡Ay! con que prisa voara
Toliña de tan contenta,
Para cantar á alborada
nos campos da miña terra!
Agora mesmo partira,
Partira como unha frecha,
Sin medo as sombras da noite,
Sin medo a noite negra.
E que chovera ou ventara,
E que ventara ou chovera,
Voaría, voaría
Hasta que alcansase á vela.
Pero non son paxariño
e irei morrendo de pena,
Xá en lagrimas convertida,
Xá en suspiros desfeita.
Doces, galeguiños aires,
quitadoriños de penas
encantedores das augas
Amantes das arboredas,
Música das verdes canas,
Do millo das nosas veigas,
Alegres compañeiriños,
Run, run de todas as festas,
Levaime nas vosas alas
como unha folliña seca,
Non permitás que aquí morra,
Airiños da miña terra,
Qu´inda penso que de morta
Ei de sospirar por ela.
Ainda penso, airiños, aires,
Que dimpois de morta sea
E alo polo campo santo,
Dond´enerrada me teñan
Pases na calada noite
Rouxindo antr´a folla seca,
Ou murmurando medrosos
Antr´as brancas caliveras,
Inda dimpois de mortiña,
Airiños da miña terra,
Eivos de berrar ¡Airiños!
Airiños, levaime á ela!
AIRIÑOS, AIRIÑOS AIRES
(versión en castellano)
Airiños, airiños aires,
Airiños de mi tierra;
Airiños, airiños aires,
Airiños, levarme a ella.
Sin ella vivir no puedo,
No puedo vivir contenta;
Que adonde quiera que vaya
Cúbreme una sombra espesa.
Cúbreme una espesa nube
Tal preñada de tormentas,
Tal de soledad preñada,
Que mi vida envenena.
Levarme, levarme, airiños,
Como una hoja seca,
Que seca también me puso
La calentura que quema.
¡Ay!, si no me lleváis pronto,
Airiños de mi tierra:
Si no me lleváis, airiños,
Quizás ya no me conozcan;
Que la fiebre que de mi come,
Me va consumiendo lenta,
Y en mi corazoncito
También traidora se ceba.
Fui en otro tiempo encarnada
Como el color de la cereza;
Soy hoy descolorida
Como los cirios de las iglesias,
Cual si una bruja chupona
Mi sangre bebiera.
Voy me quedando marchita
Como una rosa que inverna:
Voy me sin fuerzas quedando,
Voy me quedando morena,
Cual una morita mora
Hija de mora ralea.
Llevadme, levadme, airiños,
Llevadme adonde me esperan
Una madre que por mi llora,
Un padre que sin mi no alienta,
Un hermano por quien daría
La sangre de mis venas,
Y un amorcito a quien alma
Y vida le prometiera.
Si pronto no me lleváis,
¡ay!, moriré de tristeza,
Sola en una tierra extraña,
Donde extraña me alumbran,
Donde todo cuanto miro
Todo me dice ¡extranjera!
¡Ay, mi pobre casita!
¡Ay, mi vaca rubia!
Corderos, que baláis en los montes,
Palomas, que arrulláis en las eras;
Mozos, que mareáis bailando,
Redoble de las castañuelas,
Xas-co-rras-chás de las conchas,
Xurre-xurre de las panderetas,
Tambor del tamborilero,
Gaitiña, gaita gallega:
Ya no me alegráis, diciendo
¡muiñeira!, ¡muiñeira!
¡Ay!, quién fuera pajarito
De leves alas ligeras!,
¡Ay, con qué prisa volara
Loca de tan contenta,
Para cantar la alborada
En los campos de mi tierra!
Ahora mismo partiera,
Partiera como una flecha,
Sin miedo a las sombras de la noche,
Sin miedo de la noche negra;
Y que lloviera o ventara,
Y que ventara o lloviera,
Volar y volaría
Hasta que alcanzas a verla.
Pero no soy pajarito
E iré muriendo de pena.
Ya en lágrimas convertida,
Ya en suspiros deshecha.
Dulces galleguiños aires
Quitadores de penas,
Encantadores de las aguas,
Amantes de las arboledas;
Música de las verdes cañas,
Del maíz de nuestras vegas;
Alegres compañeros,
Run-run de todas las fiestas,
Levadme en vuestras alas
Como una hoja seca.
Non permitáis que aquí muera,
Airiños de mi tierra,
Que aun pienso que de muerta
He de suspirar por ella:
Aun pienso, airiños, aires,
Que después que muerta sea,
Y allá por el camposanto,
Donde enterrada me tengan,
Paséis en la callada noche
Rugiendo entre la hoja seca,
O murmurando medrosos
Entre las blancas calaveras;
Aun después de muerta
Airiños de mi tierra,
Os he de gritar: ¡Airiños,
Airiños, llevadme a ella!
Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentado halaga,
llama que de la vida se alimenta,
mas sin la cual la vida se apagara.
Airiños,airiños, aires,
Airiños da miña terra,
Airiños,airiños, aires,
Airiños levaime á ela.
sin ela vivir non podo,
Non podo vivir contenta,
Que á donde queira que vaia
Cróbeme unha sombra espesa.
Cróbeme unha espesa nube
Tan preñada de tormentas,
Tan de soidás preñada
Que a miña vida envenena.
Lervaime, levaime, airiños,
Como unha folliña seca,
Que seca tamén me puxo
A calentura que queima.
¡Ay! si non me levas pronto.
Airiños da miña terra,
Si non me levas, airiños,
Quisais xa non me conesan.
que á frebe que de min come
Vaime consumindo lenta,
E no meu corazonciño
Tamén traidora se ceiba
Fun outro tempo encarnada
Com´á color da sireixa,
son oxe descolorida
Como os cirios das egrexas,
Cal si unha meiga chuchona
A miña sangue bebera.
Voume quedando mouchiña
Como unha rosa que inverna.
Voume sin forzas quedando,
Voume quedando morena,
Cal unha mouriña moura,
illa de moura ralea.
Levaime, levaime, airiños,
Levaime a donde espera
Unha nai, que por min chora,
Un pai que sin min n´alenta,
Un hirman por quen daría
A sangue das miñas venas,
E un amoriño, á quen alma
e vida prometera.
Si pronto non me levades
¡Ay! morrerei de tristeza,
Soia, n´uha terra estraña
Dond´estraña me alomean,
Donde todo canto, miro,
Todo me diz ¡Estranxeira!
¡Ay! miña probe casiña!
¡Ay! miña vaca bermella.
Años que valás nos montes
Pombas qu´arrulás nas eiras,
Mozas que atruxás bailando
Redobre das castañetas,
Xas-corrás-chás das cunchiñas
Ruxe, ruxe das pandeiras.
Tambor do tamborileiro,
Gaitiña, gaita galega,
Xa non me alegras dicindo :
¡Muiñeira! ¡muiñeira!
¡Ay! quen fora paxariño
De leves añas lixeiras
¡Ay! con que prisa voara
Toliña de tan contenta,
Para cantar á alborada
nos campos da miña terra!
Agora mesmo partira,
Partira como unha frecha,
Sin medo as sombras da noite,
Sin medo a noite negra.
E que chovera ou ventara,
E que ventara ou chovera,
Voaría, voaría
Hasta que alcansase á vela.
Pero non son paxariño
e irei morrendo de pena,
Xá en lagrimas convertida,
Xá en suspiros desfeita.
Doces, galeguiños aires,
quitadoriños de penas
encantedores das augas
Amantes das arboredas,
Música das verdes canas,
Do millo das nosas veigas,
Alegres compañeiriños,
Run, run de todas as festas,
Levaime nas vosas alas
como unha folliña seca,
Non permitás que aquí morra,
Airiños da miña terra,
Qu´inda penso que de morta
Ei de sospirar por ela.
Ainda penso, airiños, aires,
Que dimpois de morta sea
E alo polo campo santo,
Dond´enerrada me teñan
Pases na calada noite
Rouxindo antr´a folla seca,
Ou murmurando medrosos
Antr´as brancas caliveras,
Inda dimpois de mortiña,
Airiños da miña terra,
Eivos de berrar ¡Airiños!
Airiños, levaime á ela!
AIRIÑOS, AIRIÑOS AIRES
(versión en castellano)
Airiños, airiños aires,
Airiños de mi tierra;
Airiños, airiños aires,
Airiños, levarme a ella.
Sin ella vivir no puedo,
No puedo vivir contenta;
Que adonde quiera que vaya
Cúbreme una sombra espesa.
Cúbreme una espesa nube
Tal preñada de tormentas,
Tal de soledad preñada,
Que mi vida envenena.
Levarme, levarme, airiños,
Como una hoja seca,
Que seca también me puso
La calentura que quema.
¡Ay!, si no me lleváis pronto,
Airiños de mi tierra:
Si no me lleváis, airiños,
Quizás ya no me conozcan;
Que la fiebre que de mi come,
Me va consumiendo lenta,
Y en mi corazoncito
También traidora se ceba.
Fui en otro tiempo encarnada
Como el color de la cereza;
Soy hoy descolorida
Como los cirios de las iglesias,
Cual si una bruja chupona
Mi sangre bebiera.
Voy me quedando marchita
Como una rosa que inverna:
Voy me sin fuerzas quedando,
Voy me quedando morena,
Cual una morita mora
Hija de mora ralea.
Llevadme, levadme, airiños,
Llevadme adonde me esperan
Una madre que por mi llora,
Un padre que sin mi no alienta,
Un hermano por quien daría
La sangre de mis venas,
Y un amorcito a quien alma
Y vida le prometiera.
Si pronto no me lleváis,
¡ay!, moriré de tristeza,
Sola en una tierra extraña,
Donde extraña me alumbran,
Donde todo cuanto miro
Todo me dice ¡extranjera!
¡Ay, mi pobre casita!
¡Ay, mi vaca rubia!
Corderos, que baláis en los montes,
Palomas, que arrulláis en las eras;
Mozos, que mareáis bailando,
Redoble de las castañuelas,
Xas-co-rras-chás de las conchas,
Xurre-xurre de las panderetas,
Tambor del tamborilero,
Gaitiña, gaita gallega:
Ya no me alegráis, diciendo
¡muiñeira!, ¡muiñeira!
¡Ay!, quién fuera pajarito
De leves alas ligeras!,
¡Ay, con qué prisa volara
Loca de tan contenta,
Para cantar la alborada
En los campos de mi tierra!
Ahora mismo partiera,
Partiera como una flecha,
Sin miedo a las sombras de la noche,
Sin miedo de la noche negra;
Y que lloviera o ventara,
Y que ventara o lloviera,
Volar y volaría
Hasta que alcanzas a verla.
Pero no soy pajarito
E iré muriendo de pena.
Ya en lágrimas convertida,
Ya en suspiros deshecha.
Dulces galleguiños aires
Quitadores de penas,
Encantadores de las aguas,
Amantes de las arboledas;
Música de las verdes cañas,
Del maíz de nuestras vegas;
Alegres compañeros,
Run-run de todas las fiestas,
Levadme en vuestras alas
Como una hoja seca.
Non permitáis que aquí muera,
Airiños de mi tierra,
Que aun pienso que de muerta
He de suspirar por ella:
Aun pienso, airiños, aires,
Que después que muerta sea,
Y allá por el camposanto,
Donde enterrada me tengan,
Paséis en la callada noche
Rugiendo entre la hoja seca,
O murmurando medrosos
Entre las blancas calaveras;
Aun después de muerta
Airiños de mi tierra,
Os he de gritar: ¡Airiños,
Airiños, llevadme a ella!
Ya duermen en su tumba las pasiones
el sueño de la nada;
¿es, pues, locura del doliente espíritu,
o gusano que llevo en mis entrañas?
Yo sólo sé que es un placer que duele,
que es un dolor que atormentado halaga,
llama que de la vida se alimenta,
mas sin la cual la vida se apagara.
Mis poesis favoritas - HAGAMOS UN TRATO
Hagamos un trato
Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo.
Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que delirio
a pesar de esa veta
de amor desconocido
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense que es flojera
igual puede contar
conmigo.
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
MARIO BENEDETTI
Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo.
Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que delirio
a pesar de esa veta
de amor desconocido
usted puede contar
conmigo.
Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense que es flojera
igual puede contar
conmigo.
Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
MARIO BENEDETTI
Mis poesis favoritas - NO TE RINDAS
NO TE RINDAS -
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
MARIO BENEDETTI
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
MARIO BENEDETTI
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